La iglesia de San Pelayo comenzó a construirse en 1799, sobre los restos de un templo anterior. Conserva en su interior las imágenes de San Miguel y San Juan Evangelista, del s.XVI.
Quizás cuando uno se acerque desde Medina de Rioseco le sorprenda la presencia de una mancha vegetal. Se trata de una repoblación de unos 20.000 chopos y 2.000 cerezos madereros, por los cuales un paseo por su sombra puede resultar todo un placer en esas tardes calurosas de verano. Por esa a arboleda nos encontraremos también con una fuente natural, la Fuente de la Peña , denominada " El Zancarrón de Mahoma", debido a una leyenda entorno a una huella, que probablemente sea de un animal.
El nombre de Villamuriel, proviene de "Villa del Muro", ya que tuvo una muralla. De su conjunto urbano destacamos su iglesia, en honor de San Pelayo, edificada sobre otra más antigua en el siglo XVIII. En su interior sobresalen una escultura de San Pedro del siglo XVI; una Virgen del Rosario,; un crucifijo gótico del siglo XIII así como una pila bautismal del siglo XVI. Realizada en ladrillo tienen bóveda de cañón. Además de las obras antes mencionadas, en esta iglesia se han recolectado una colección de antiguas esculturas de gran valor artístico, destacando sobre todo la Piedad, por cuyas características se le atribuye a G. Fernández. Puede visitarse contactando con el Ayuntamiento.
La nota alegre, se muestra cada 26 de junio, en las fiestas de San Pelayo, con un gran concurso de paellas y de cocido. Aparte las típicas verbenas, una buena chocolatada y un recorrido por las distintas peñas componen el cartel festivo. El 3 de mayo las cofradías celebran la fiesta de la Santa Cruz.